Carmen decide que ha llegado el momento de llegar a un trato con Mawad: no está dispuesta a asumir más pérdidas en su familia. Sin embargo, el acuerdo solo se puede cerrar con un último derramamiento de sangre. Ha llegado el momento definitivo en el Oskar que tendrá que enfrentarse, con todas sus consecuencias, a lo que significa verdaderamente ‘ser un Farad’.