Unos bandidos atacan el rancho de Camacho y asesinan al capataz quien se niega a entregar la propiedad. Durante el asalto muere uno de los criminales. Manuel Camacho sale disfrazado de cura y se refugia en Santa Rita. Al descubrir que es un impostor, la ley actúa pero al saberse lo ocurrido en su rancho, es puesto en libertad.