Desde la ventana de su dormitorio Cheryl Draper (Barbara Stanwick) observa espantada que en el edificio de enfrente un hombre está estrangulando a una mujer. Cheryl avisa a la policía que no tarda en acudir al lugar del crimen. Allí reside el respetable Sr. Richter (George Sanders). Después de interrogarle y ante la falta de evidencias, la policía duda del testimonio de la testigo y decide cerrar el caso.