El monasterio Shaolin, donde vivían Kway Chang Caine y su hijo Peter Caine, sufre un incendio perpetrado por un monje vengativo. Padre e hijo, que se dan mutuamente por muertos, se reencuentran quince años después. Peter, que ha sido adoptado por un policía, es también policía y ha olvidado casi todo su pasado y las enseñanzas recibidas en el monasterio. Kway y Peter, además de ayudarse mutuamente, recordarán los tiempos pasados y olvidados por Peter.