Luego de su supuesto suicidio, la figura de Kurt Cobain como nuevo mártir rockero dio paso a múltiples especulaciones y puntos de vista alrededor de la propia industria musical y, por supuesto, de su vida personal. Las conjeturas y los diferentes acercamientos comienzan de a poco a plasmarse en propuestas cinematográficas, algunas más felices que otras. Y si bien el abanico de ofertas puede ser diverso, ninguno podría igualar el motor que lleva adelante esta película: la voz del propio Cobain. Utilizando parte de más de veinticinco horas de entrevistas con material inédito, el líder de Nirvana se convierte en narrador excluyente de un documental intimista que va desglosando de manera pausada su propia historia: su infancia, sus primeros pasos en la música, su primer concierto, el encontronazo con la fama, sus últimos días. Un detalle: la música hipnótica de Steve Fisk (productor de Blew, primer Ep de Nirvana) y Ben Gibbard (Death Cab For Cutie).