Adam es un sacerdote católico que descubrió su vocación a la tardía edad de 21 años. Ahora vive en un pueblo de la Polonia rural donde ayuda a adolescentes con problemas de conducta que gritan, se pelean o abusan de sus compañeros. A pesar de que una joven morena llamada Ewa intenta seducirle, él se niega a aceptarla excusándose en que no quiere que el pueblo hable de ellos. Pero esa no es la única razón de su rechazo. Adam sabe que él desea a los hombres, y que su abrazo al sacerdocio es su forma de ocultar su sexualidad. Cuando conoce a Dynia, el extraño y taciturno hijo de una familia rural, su autoimpuesta abstinencia se convertirá en una pesada carga.