Juan XXIII fue Papa sólo 4 años (1959-1963), pero promovió profundos cambios y lanzó al mundo un contundente mensaje de paz. Era la época de la Guerra Fría, y las relaciones internacionales eran muy tensas. Convocó el Concilio Vaticano II, que supuso una auténtica revolución en el seno de la Iglesia Católica, que tuvo que reconocer que se había ido alejando cada vez más del mensaje de Cristo y que era necesario reflexionar sobre las necesidades del hombre moderno.